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Categoría: ESPIRITUALIDAD

Estamos en Semana Santa


En SEMANA SANTA revivimos, la historia de Amor más grande. El Amigo inocente, da la vida voluntariamente para salvar  a los amigos culpables.

            El Amigo inocente es Jesús, hijo de Dios Padre. Los amigos culpables somos nosotros, la humanidad entera.

            Inocente porque es Dios infinitamente Bueno y Misericordioso. Culpables porque todo el mal es fruto de nuestras malas elecciones. Desde Adán y Eva hasta el último pecado.

            Nuestro mal duele a los que nos quieren; les ofende, les entristece, les hunde. Los que nos quieren de verdad, si tuvieran que dar la vida para sacarnos del mal, lo harían. No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Jesús lo ha hecho.

            La enseñanza de Dios a los hombres se resume en una frase: “Amaos unos a otros como yo os he amado”. Para que aprendamos cómo es ese amor de Dios a nosotros, entregó Dios Padre a su Hijo al mundo.

            Lo entrega como Maestro de vida, como Amigo que siempre perdona, como Pan que da vida eterna, como Víctima que se sacrifica por nuestros pecados, como Siervo que nos lava hasta los píes.

            Todo lo que Dios quiere enseñar a los hombres se resume en una persona, Jesucristo, y en unos pocos días, la Semana Santa.

            El Domingo de Ramos empieza esta semana. Y la REVIVIMOS, para aprender a vivir como Cristo, para rectificar y saber perdonarlo todo, para agradecer con obras de amor al que ha dado la vida para que tu y yo tengamos vida eterna.

            Estos días hay que MIRAR con los OJOS DEL ALMA porque los ojos de la cara ven poco. El Domingo de Ramos, cogemos las palmas para acompañar a Jesús hasta la Cruz y  resucitar con Él. Empieza la carrera hacía la Salvación. Salimos muchos con Jesús, pero quedan pocos conforme se acerca la Cruz. En esta subida, no basta con decir “Señor, Señor” hace falta cumplir la voluntad de Dios y llegar a la meta por amor. Solo llegan los que aman. Los que suben con rutina, por costumbre, por cumplir, se quedan en el camino, les falta la fuerza del amor.

La Semana Santa es para los que tienen Fe y Aman a Dios y al prójimo, Esperan la Resurrección. Días de ORACIÓN, de ARREPENTIMIENTO, de AMOR, de SERVICIO, de DOLOR de nuestros pecados, de  ESPERANZA y de una ALEGRÍA que nadie nos podrá quitar.

            Las celebraciones en la Iglesia, las procesiones en la calle, el arrepentimiento en tu alma, la paz y alegría en tu corazón y en tu rostro, las obras de amor al prójimo en tu quehacer cotidiano, harán que estos días de Semana Santa, el mundo sea más hermoso.

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