Descodificando a Da Vinci

 

Resumen de “Descodificando a Da Vinci”, Amy Welborn

(octubre 2004, 3ª edición, publicado en castellano por Ed. Palabra)

Fuente: http://homearguments.blogspot.com

 

[“Descodificando a Da Vinci”, escrito por la norteamericana Amy Welborn (octubre 2004, 3ª edición, publicado en castellano por Ed. Palabra) descodifica "El Código Da Vinci", de Dan Brown. Algunos de los lectores de este libro se preguntan si lo que dice Brown es verdad y qué implicaciones puede tener para su fe: ¿es una mentira todo el cristianismo? El libro de Welborn pretende desenredar las falsedades de "El Código Da Vinci”, a la vez que permite vislumbrar mejor las verdades que oculta. A lo largo de la novela se encuentra un número sorprendente de errores flagrantes y manifiestos de todo tipo sobre temas muy importantes; también se falsean, de modo sorprendente, otros hechos históricos de menor relieve, o se deforma la realidad. Hay un claro desprecio por la veracidad de los hechos. Desde luego si se pretende buscar la verdad histórica, parece claro que "El código Da Vinci" no es el libro adecuado. Este artículo es un amplio resumen de “Descodificando a Da Vinci” elaborado por el editor de este Blog.(Arguments) ]

por Amy Welborn

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# En la primavera del 2003, apareció una novela titulada "The Da Vinci Code", de Dan Brown, en el marco de una extraordinaria campaña de marketing publicitario. Parece que muy pronto aparecerá la versión cinematográfica. 

# Mucha gente que lo ha leído no puede evitar preguntarse por algunas de las desconcertantes afirmaciones que el autor expresa en su novela: ¿Es cierto que los Evangelios no relatan la verdadera historia de Jesús? ¿Estuvieron casados Jesús y María Magdalena? ¿Designó Jesús realmente a María Magdalena como líder de su movimiento en contra de Pedro? ¿Empleó realmente Leonardo da Vinci su arte para comunicar sus conocimientos secretos sobre el Santo Grial?

# El Código Da Vinci incluye unos elementos atractivos para muchos lectores: intriga, secretos, un enigma, un romance, la sospecha de que el mundo no es lo que parece y que los poderes establecidos impiden –según Brown-que se conozca la verdad.

## Sinopsis argumental:

## Asesinato de un conservador del Louvre en una de las galerías del museo; el cadáver aparece en la postura de un conocido dibujo de Leonardo da Vinci (un hombre con los brazos extendidos dentro de un círculo) y tiene escritos con su sangre en el cuerpo distintos signos y símbolos. 

## Aparece en escena una criptóloga, que es la nieta del muerto. Su abuelo le había llamado para darle a conocer algo importante relacionado con la familia. Ella logra descifrar las claves que ha dejado su abuelo, mantiene varias conversaciones con un experto a propósito del culto a las diosas y encuentra otra clave muy importante oculta detrás de una pintura de Leonardo...

<>## El asesinado era el Gran Maestre de una oscura sociedad secreta llamada el “Priorato de Sión”, dedicada a la causa de proteger la verdad sobre Jesús, María Magdalena y, por extensión, a toda la raza humana.

## Según se dice, originalmente y durante milenios la humanidad practicaba una espiritualidad equilibrada entre lo masculino y lo femenino en la que se veneraba a las diosas y al poder de las mujeres.

## Este fue, según la novela, el verdadero mensaje de Jesús. Predicó un mensaje de paz, amor y unidad humana y para plasmarlo, tomó como esposa a María Magdalena y le confió el liderazgo de este movimiento. En el momento de la crucifixión, ella estaba embarazada de un hijo de ambos.

## Pedro, celoso del papel de María Magdalena, se puso a la cabeza del movimiento formado en torno a Jesús, dedicándose casi exclusivamente a suprimir la auténtica enseñanza del Maestro, para sustituirla por la suya propia y suplantando a María Magdalena como líder de ese movimiento.

## María Magdalena se vio obligada a huir a Francia, donde finalmente murió. Ella y el hijo póstumo de Jesús fueron el origen de la dinastía merovingia francesa, y ella la “deidad femenina” que encarnaba constituye el auténtico “Santo Grial”.

## Según la novela, la historia de los dos mil años transcurridos desde Jesús es, en el trasfondo de los acontecimientos relatados en los libros de historia (por los “vencedores”, por supuesto), la historia de la lucha entre la Iglesia Católica y el Priorato de Sión.

## La Iglesia, después de establecer el Canon de la Sagrada Escritura, las verdades doctrinales e incluso el modo de maltratar a las mujeres, ocultó la verdad sobre el Santo Grial y por extensión sobre la “deidad femenina”; mientras, los Caballeros Templarios y el Priorato de Sión luchaban por proteger el Santo Grial (que eran los huesos de María Magdalena), su descendencia y la devoción a lo “sagrado femenino”.

## Al final, se descubre que el “Santo Grial” –los restos de María Magdalena y los documentos que acreditan su descendencia- están enterrados en el interior de la brillante pirámide de cristal situada en la nueva entrada del Louvre.

# La trama de "El Código Da Vinci" puede parecer nueva e ingeniosa, pero la dura realidad es que la mayor parte las sub-tramas las ha tomado Brown de otros libros y las ha agrupado en el suyo.

# Las fuentes básicas son las siguientes:

## 1. Holy Blood, Holy Grail (traducido en España por El enigma sagrado) y sus secuelas. Este libro fue publicado en 1981 y empleado como guión de un programa de televisión de la BBC. Calificado de hecho real, fue ridiculizado y tomado como trabajo de mera especulación, lleno de suposiciones infundadas y basadas en documentos fraudulentos. Se habla también en otro libro de fenómenos paranormales y de UFOs-OVNIs. Toda la parte que se refiere a Jesús- María Magdalena-Santo Grial-Priorato de Sión que aparece en “El Código Da Vinci” procede de esos dos libros.

## 2. Lo “sagrado femenino”. Una americana llamada Margaret Starbird ha hecho su particular cruzada sobre esto en varios libros. La descripción que hace Brown de María Magdalena procede de los trabajos de Margaret Starbird, en especial de “The Woman with the Alabaster Jar” (traducida en castellano como “María Magdalena ¿la esposa de Jesús?”), que la misma autora califica de “obra de ficción”.

## 3. Gnosticismo. Era un sistema intelectual y espiritual ampliamente difundido en el mundo antiguo. Tiene numerosas facetas pero, en pocas palabras, dice que el verdadero conocimiento sólo es accesible a unos pocos –la palabra “gnosis” significa “conocimiento”- y consideran funesto el mundo material, incluido el cuerpo.

# Con estas fuentes deberían saltar inmediatamente las señales de alarma del lector avisado. Entre las fuentes de Brown no figura ningún trabajo serio sobre la historia del cristianismo, ni un solo trabajo significativo sobre el Nuevo Testamento, ni siquiera un volumen de calidad al alcance de cualquier universitario interesado en la historia del cristianismo primitivo. Tampoco cita nunca al Nuevo Testamento –esto es bastante llamativo- como fuente de la historia del Cristianismo de los primeros tiempos.

# En las entrevistas que le han hecho, Brown insiste en que parte de su trabajo consiste en recuperar la historia supuestamente perdida. Y le complace afirmar que la historia conocida y supuestamente seria está “escrita por los vencedores” y que eso no le interesa. 

# Por supuesto, en este punto de vista, y hablando de cualquier ámbito histórico civil o religioso, hay un fondo de verdad. La historia nunca se escribe de un modo completamente objetivo, porque los seres humanos nunca son completamente objetivos. Sin embargo, en "El Código Da Vinci", Brown utiliza la expresión “la historia la escriben los vencedores” para insinuar que la historia del cristianismo en su conjunto, empezando por el mismo Jesús, es una mentira, escrita por aquellos que estaban dispuestos a suprimir el “auténtico” mensaje de Jesús. Y aquí no se está hablando de diferentes interpretaciones legítimas sobre la vida y el mensaje de Jesús, sino que califica de falsedad absoluta lo que leemos en el Nuevo Testamento y en los relatos de la primitiva cristiandad.

 

# Aquí reside lo fundamental y ésta es una acusación muy grave. En la novela se dice tajantemente que, en la primitiva cristiandad, los “herejes” –Brown se refiere a los gnósticos y cita continuamente sus escritos- fueron los que permanecieron fieles a la “historia original de Cristo”.

# Brown afirma que Jesús deseaba que sus seguidores tuvieran un gran conocimiento de “lo sagrado femenino”. Dice que este movimiento, bajo el liderazgo y la inspiración de María Magdalena, se desarrolló durante los tres primeros siglos hasta que fue brutalmente suprimido por el Emperador Constantino.

# No sólo no existe evidencia alguna que indique que eso pueda ser cierto, sino que las hay para poder afirmar que es sencillamente falso. No hay ningún trabajo científico que trate seriamente de que la misión de Jesús consistió en hacer que María Magdalena fuera portadora de su mensaje de “lo sagrado femenino”. Las fuentes dignas de crédito ni siquiera insinúan algo semejante. Y las fuentes de los expertos indican también que muchas de las afirmaciones de Brown –sobre todo, en lo que se refiere al mito de la naturaleza del Grial, al del Priorato de Sión, o al papel del culto a las diosas en el mundo antiguo- no se apoyan en nada sólido.

 

# Con lo ya dicho, sorprende que “El Código Da Vinci” haya producido una auténtica conmoción entre bastante gente, quizá poco formada en aspectos de historia general y del cristianismo. Junto a esa conmoción, surgen también llamadas a la tranquilidad por parte de otros: “Solamente es una novela”, “Todo el mundo sabe que es una ficción”, “¿Por qué darle la importancia que no tiene?”.

# Hay algunas razones que impiden aceptar esa simplificación, aunque en parte sea cierta. En primer lugar, nada es “sólo una novela”. La cultura importa. La cultura informa. Siempre estamos interesados en los contenidos de la cultura y en su impacto sobre nosotros, con independencia de que hablemos de arte, de cine, de música o de literatura. Y el autor de este libro sugiere claramente que en el libro hay más realidad que imaginación, e intenta convencer a los lectores para que lo acepten así; y parece que, con facilidad, bastantes caen en la trampa.

# La novela histórica es un género muy popular. Pero, al escribirla, el autor hace siempre un trato implícito con el lector: aunque en la novela aparecen unos personajes implicados en actuaciones imaginarias, la trama histórica fundamental es veraz; es decir, respeta lo que por todos o por la mayoría se entiende como la realidad histórica. De hecho, son muchas las personas que disfrutan leyendo este tipo de ficción porque es una manera amena de aprender algo de historia, dentro de una trama novelada.

# “El Código Da Vinci" es diferente: presenta los detalles imaginarios y las falsas afirmaciones históricas como hechos reales –más reales que los que se consideran como tales en la calle- y como resultado de investigaciones históricas serias que, sencillamente, no lo son. Es una tergiversación radical y gratuita.

# Brown pone siempre en boca de sus personajes frases tales como “los historiadores se asombran de que...”, ó “afortunadamente para los historiadores...”, ó “muchos expertos afirman...”, etc. Estas disquisiciones funcionan como un recurso para comunicar las ideas que quiere transmitir y lo hace de tal modo que –para el lector no avisado- parecen realidades objetivas que han sido aceptadas por “historiadores” y “expertos”.

# Hay que reconocer que Brown es un experto en sus métodos y en sus objetivos. Afirma repetidamente que le encanta compartir sus descubrimientos con los lectores porque desea hacerles participar en el relato de esta “historia perdida”. Dicho de otro modo, Brown sugiere que parte de lo que intenta hacer con "El Código Da Vinci" es enseñar a los demás una parte de la historia que se les ha usurpado injustamente…

 

# Sorprende, pero muchos lectores aceptan ese enfoque: quizá por vanidad, para no ser tachados de ignorantes; o porque esas teorías justifican su modo de vida, o por otras razones. En cualquier caso, no parece que "El Código Da Vinci" pueda considerarse “sólo una novela” pues se propone enseñar “la supuesta historia real” en el contexto de una ficción.

 

# Todo “El Código Da Vinci” está basado en secretos: sociedades secretas, conocimientos secretos, documentos secretos e, incluso, familias secretas. El secreto más importante, por supuesto, se refiere a Jesús y a María Magdalena. Los personajes de Brown afirman con frecuencia que el conocimiento tradicional cristiano de la vida de Jesús y de su ministerio es falso.

 

# Esto significaría que el Nuevo Testamento no merece ser considerado como fuente de información fidedigna. Así lo afirma la novela y no da más explicaciones: si uno diese crédito a las supuestas afirmaciones “históricas” de "El Código Da Vinci", tendría que llevar el razonamiento hasta su final lógico: es decir, el rechazo del relato de Jesús que hace el Nuevo Testamento, de su misión y de los primeros tiempos del cristianismo. Es lo que pretende Brown.

 

# ¿Acaso las fuentes que emplea Brown sobre Jesús son realmente superiores a las del Nuevo Testamento? Los documentos que emplea para ofrecer la imagen de Jesús son realmente los mismos que muestran los seguidores de la versión gnóstica del cristianismo. Así, con un criterio amplio y honesto, debemos preguntarnos por qué razón tendríamos que creer, que esos documentos posteriores nos hablan mejor de los acontecimientos reales, que los documentos anteriores, más cercanos a los acontecimientos y aceptados por científicos serios.

 

# ¿Y sobre la formación del Nuevo Testamento? «La Biblia no nos llegó impuesta desde el cielo», dice un personaje de la novela. Se quiere dar a entender falazmente que, si la Biblia no nos cayó de las nubes, la única alternativa que queda es pensar que la formación de la Escritura fue un proceso en el cual pasajes igualmente válidos de la vida de Jesús fueron aceptados o descartados por gentes movidas por el deseo de poder. Pues bien: sencillamente, eso no sucedió. El proceso del establecimiento del Canon de la Sagrada Escritura no es secreto y uno puede estudiarlo en libros históricos serios. Y, además, la participación humana no disminuye la santidad de los libros que componen la Biblia.

 

# Jesús no nos dejó una Biblia cuando subió al cielo. Nos dejó una Iglesia: los apóstoles, María su madre, y otros discípulos entre los que había hombres y mujeres. No por otro camino que el de la Iglesia se fijaron los libros del Nuevo Testamento. Los cristianos sabemos que nuestras Escrituras son el resultado de la acción de Dios a través de instrumentos humanos. Esos instrumentos son imperfectos, limitados, pero el caso del Nuevo Testamento se trata de unos relatos antiguos y convincentes.

 

# Puede parecer un punto de poca importancia, pero no lo es. Muchos lectores se han sentido desconcertados por la versión de la historia que ofrece El Código Da Vinci. Parece insinuar que la Biblia que hoy tenemos es el resultado del rechazo desleal hacia los relatos válidos de Jesús por parte de los rectores de la Iglesia, que se veían amenazados por ellos.

 

# Ciertamente hubo otros libros que circulaban entre las comunidades cristianas. ¿Por qué no figuran hoy en nuestro Nuevo Testamento? Existen razones que no tienen nada que ver con las maquinaciones políticas que sugiere Brown. Desde los primeros inicios, algunos textos cristianos fueron valorados por encima de otros. Y lo fueron por varias razones: tenían su origen en la primera época apostólica; conservaban con exactitud las palabras y los hechos de Jesús; podían emplearse en la liturgia, la predicación y la enseñanza para comunicar fielmente la fe en Jesús a toda la comunidad cristiana.

 

# Es también importante señalar que los textos gnósticos en los que Brown centra su teoría nunca fueron considerados canónicos excepto por los propios autores gnósticos que los escribieron.

 

# Ante los ataques de unos y otros, pronto fue necesaria una definición por parte de la Iglesia para orientar a los fieles. En respuesta a estos desafíos, la Iglesia empezó a definir con mayor claridad los libros apropiados para su uso en la liturgia y en la catequesis. La necesidad de la definición no surgió porque las personas que estaban en el poder sintieran amenazada su posición. Durante ese período, el cristianismo era una minoría religiosa, perseguida por las autoridades romanas, y cuyos seguidores arriesgaban mucho -incluidas sus vidas- para ser fieles a la fe en Cristo. Permanecer fiel al Evangelio no era beneficioso. Si acaso, era todo lo contrario.

 

# Los apóstoles y otros discípulos fueron testigos de la predicación de Jesús, de su ministerio, de sus milagros, de sus padecimientos, de su muerte y de su resurrección. Guardaron lo que habían visto y oído y lo transmitieron. Desde su aparición, los primeros textos escritos fueron constantemente comparados con la antigua historia relatada por los primeros testigos. Finalmente, frente a las nuevas enseñanzas surgidas en directa contradicción con los antiguos testimonios, los líderes de la Iglesia declararon que, por estar ligados a los apóstoles y coincidir con los antiguos testimonios, estos libros son los apropiados para el uso en el culto y para transmitir la fe en Jesús.

 

# Según "El Código Da Vinci", miles de documentos que presentaban a Jesús como un maestro humano, sabio pero mortal, fueron suprimidos por meras motivaciones políticas y lo mismo pasó con su relación con Maria Magdalena, y sus planes para que ella gobernase la iglesia, etc. Esto es un error y más que un error. Es una pura fantasía irreverente y ni siquiera la investigación más profana y la universidad menos religiosa posible apoyarían el relato de Brown sobre la formación del Nuevo Testamento. No es historia seria y no podemos tomarla como tal.

 

# Hagamos un breve balance. En nuestro recorrido a través de la visión histórica que tan alegremente describe “El Código Da Vinci”, hemos encontrado que:

## 1. Las afirmaciones de Brown sobre la historia del cristianismo primitivo o carecen de base o son claramente falsas.

## 2. Al fabricar su versión de los hechos, no emplea ni una sola fuente del período en cuestión, como el Antiguo Testamento, los escritos de obispos y Padres o los documentos litúrgicos o históricos.

## 3. Sus planteamientos de la formación del Canon de la Sagrada Escritura, y del primitivo conocimiento cristiano de la identidad de Jesús son todos erróneos, sin excepción.

# "El Código Da Vinci" no aclara ni explica en qué consistió el mensaje de Jesús. Hace frecuentes alusiones a Él como un profeta y un maestro venerado, pero no es más explícito. Según eso, la consecuencia es que el auténtico mensaje de Jesús está contenido en los evangelios gnósticos que ya hemos comentado anteriormente, y en todo el tema de lo «sagrado femenino».

# Después de todo, ese parece ser el punto central del libro: se había perdido la devoción por lo «sagrado femenino» y Jesús, especialmente a través de su relación con María Magdalena, intentaba restablecerla y que gracias a ella, el mundo recuperase su rastro.

# ¿De dónde sale esto? Quizá de las lecturas que hace Brown de los escritos de los cristianos-gnósticos, que incluyen un estado original andrógino de la humanidad que es preciso restablecer.

# Otro de los temas frecuentes –y equivocados- en "El Código Da Vinci" se refiere a que el cristianismo tradicional estaba dispuesto a suprimir los escritos gnósticos que trataban de Jesús porque ofrecían un retrato más «humano» de El. Cualquiera que dedique una hora a leer detenidamente los evangelios canónicos y, luego, un par de consideraciones gnósticas, puede ver la falsedad de dicha argumentación. Porque, cuando se leen los escritos gnósticos sorprende el hecho de no encontrar a un Jesús especialmente «humano»: es un maestro, pero hay muy poco sobre Él que sea característica o identificablemente humano. Reparte sabiduría, revela secretos y deambula en medio de una suave niebla espiritual y habla y habla y habla.

# Esto tiene sentido, pues las doctrinas gnósticas devalúan el mundo material, incluido el cuerpo humano. Por ejemplo, sus escritos sobre Jesús ignoran sin rodeos su Pasión y Muerte. Solamente quien desconozca absolutamente los Evangelios puede mantener que ofrecen la imagen de Jesús “poco humano”. De hecho, es todo lo contrario. El motivo de que los maestros cristianos lucharan tan esforzadamente contra las teorías gnósticas y otras similares fue precisamente el de que esos sistemas no resaltaban suficientemente la humanidad de Jesús y, en consecuencia, no eran fieles a los antiguos testimonios presentes en el Nuevo Testamento.

# Quizá, cuando Brown y otros como él sugieren que necesitamos un Jesús más «humano» que, según ellos, no aparece en los Evangelios, probablemente se refieren a algo más concreto: están hablando concretamente de sexo.

# Vamos a tratar un poco sobre María Magdalena (que por cierto, es venerada como una santa en la religión católica y no ultrajada como insinúa Brown), y especialmente veremos las pruebas de su relación con Jesús.

# En "El Código Da Vinci" se manifiesta que Jesús estuvo casado, diciendo tajantemente: «Ese matrimonio está documentado en la historia». ¿Dónde está documentado? Como ya hemos indicado, el mejor «documento histórico» que tenemos para describir la vida de Jesús son los Evangelios canónicos, escritos solamente unas décadas después de su muerte y resurrección (unos textos que, repetimos de nuevo, jamás menciona Brown en su libro).

# Y el dato es éste: no mencionan a Jesús casado. Nunca. Ahora bien, existe un argumento relacionado con este silencio, que se menciona en numerosas ocasiones: los Evangelios silencian el matrimonio de Jesús porque el estado de casado era el normal en un hombre judío de aquella época, así que se daba por supuesto y esto no se consideraba lo bastante importante como para mencionarlo.

# Este argumento basado en el silencio es un argumento astuto, pero hay algo más que decir sobre ese tema como para dejarlo así. John Meier, de la Catholic University of America, ha refutado hábilmente esa explicación en su libro "Un judío marginal". Consideremos algunas de sus afirmaciones:

## En primer lugar, Meier critica ese argumento basado en el silencio porque los Evangelios no ocultan otras relaciones de Jesús. Con gran frecuencia mencionan a sus padres y a otros parientes; se nombram incluso a las mujeres que le seguían, prestándole ayuda, etc. No habría motivos para no mencionar a una posible esposa.

## A continuación, Meier aborda la afirmación (que también hace un personaje de la novela) de que el matrimonio era absolutamente normativo para un hombre judío en tiempos de Jesús, especialmente para un rabino: un Jesús soltero habría necesitado una defensa especial con objeto de preservar su credibilidad, y que no se habría podido tomar en serio a Jesús si hubiese sido un hombre soltero. Sencillamente, esta suposición es falsa. En primer lugar, Jesús no era un rabino: sus discípulos le llamaban «rabbi», que significa «maestro», pero eso no significa que fuera un rabino en el sentido formal o institucional. También es falsa la afirmación de que todo rabino estaba casado, porque ofrece un retrato monolítico del judaísmo del siglo I que no refleja la realidad; de hecho, en aquella época hubo al menos una secta judía cuyos miembros permanecían célibes (los esenios).

## En resumen: según los textos más creíbles no existen pruebas de que Jesús estuviera casado, y el conocimiento del ambiente del siglo I indica que no sería absolutamente inaudito que un individuo plenamente dedicado a Dios fuera soltero.

# El que haya alguien que se tome en serio lo que se cuenta en “El Código Da Vinci” dice mucho. Nos dice que demasiadas personas -de dentro y fuera del cristianismo están totalmente desconectadas del retrato evangélico de Jesús y de la rica tradición de la teología cristiana y la meditación espiritual sobre el misterio de su Humanidad. Todo lo que saben sobre Jesús no lo han aprendido en los Evangelios ni en la tradición cristiana, lo que les deja expuestos a las distorsiones que podemos encontrar en “El Código Da Vinci”.

# Todo en “El código Da Vinci” son afirmaciones peregrinas, sin ninguna base demostrativa. Si los primeros cristianos consideraban a María Magdalena como una diosa, ¿por qué no lo difundieron? ¿Por qué hablar de ese buen Jesús crucificado-resucitado, cuando podían dar culto a la Magdalena, si era lo que deseaban hacer?

# Brown insinúa repetidamente que María Magdalena fue marginada y demonizada por el cristianismo tradicional, que la pintó, dice en el libro, como una prostituta, con el propósito de injuriarla y quitarle importancia. Como mucho de lo que encontramos en Brown, esto no sólo es falso..., es sencillamente una insensatez. El cristianismo honra a María Magdalena como santa. Los cristianos han puesto su nombre a iglesias, han rezado ante la supuesta tumba donde reposan sus reliquias y le atribuyen milagros. ¿Es posible llamar demonizar a eso? Sencillamente, no.

# Si el partido de Pedro -al que podemos suponer vencedor, según manifiesta repetidamente Brown en su novela- fuera tan poderoso como para depurar a María Magdalena y rebajar su importancia, ¿por qué iba a destacar su papel primordial en los relatos de la resurrección, mostrando que fue la primera persona que recibió la Buena Noticia del mismo Jesús resucitado?

# Ni los datos que aparecen en las Escrituras sobre María Magdalena ni el modo en que ha sido tratada en la tradición cristiana oriental u occidental nos permiten aceptar las teorías de Brown sobre ella.

# Para muchos lectores, parece que uno de los elementos más atractivos de “El Código Da Vinci” es la idea de una «deidad femenina»: hubo un oscuro período de la historia, muy al principio, se dice en el libro, en el que la humanidad vivía consciente de la necesidad de mantener equilibrados los elementos masculino y femenino y que lo conseguían por medio del culto a espíritus y deidades masculinas y femeninas.

# En esta visión del pasado es fácil detectar una convocatoria a las mujeres que se puedan sentir poco valoradas en el cristianismo por considerar -acertada o equivocadamente- injusto el concepto que el cristianismo tiene de la mujer y el trato discriminatorio que, supuestamente, se le dispensa. Ahora bien, una teoría quizá pueda ser atractiva para algunos, pero si no es cierta, ¿para qué sirve?, ¿qué valor tiene esa teoría?, ¿cómo puede ser fuente para un trabajo serio?

# Brown, aprovechando unos trabajos de varios escritores contemporáneos sobre las mujeres y el cristianismo primitivo, insinúa que hubo una rama del movimiento de Jesús centrada en la mujer. Esto es lo que vemos, según Brown, cuando leemos los documentos gnósticos que ponen al frente y como centro a María Magdalena.

# En “El Código Da Vinci”, Brown insiste en que en los dos mil últimos años el cristianismo ha sido ferozmente patriarcal y está dispuesto a honrar todo indicio de lo «sagrado femenino» en cualquier lugar que surja.

# Aparentemente -y resulta asombroso-, Brown nunca ha oído hablar de María, la Madre de Jesús. Si realmente uno desea apreciar la distancia que hay entre las afirmaciones de esta novela y la realidad del cristianismo, debe reflexionar un momento sobre esta patente y extraña omisión: hay que preguntarse cuál es la causa. Y sólo podemos llegar a la conclusión de que la enorme importancia de María en el pensamiento y las manifestaciones cristianas socavan los argumentos de Brown sobre el temor que el cristianismo siente por lo «sagrado femenino»; en consecuencia, Brown decide que lo mejor es pretender que nunca existió. Pero existió. Los cristianos a lo largo de la historia han afirmado siempre que María es la Madre Virginal del Hijo de Dios encarnado; a través de su papel en la salvación -al decir «sí» a Dios, su fiat-, su vida nos revela la fidelidad de Dios, su compasión y la magnitud de su amor, como se manifiesta a través del amor de una madre.

# En este sentido, Brown se equivoca de nuevo. El cristianismo no ha reprimido la atención a lo «sagrado femenino». En María, la madre de Jesús, la cristiandad católica y ortodoxa lo ha celebrado y alimentado. Además, ignorar esto es ignorar la verdad. Si la verdad interesa, ésta es la verdad.

# Brown dedica mucho espacio del libro a Leonardo da Vinci. Leonardo es, seguramente, una de las figuras intelectuales más intrigantes de la historia occidental. El conjunto de su trabajo y sus ideas podrían proporcionar tema para muchas novelas, pero el auténtico Leonardo, tal y como lo conocemos por la amplia bibliografía existente, muestra muy poco parecido con el que Brown nos presenta.

# Entre otras cosas, Brown afirma que Leonardo era “abiertamente homosexual” aunque no aporta ni existen pruebas para hacer semejante afirmación rotunda.

# Respecto a los símbolos ocultos en sus cuadros, un personaje de "El Código Da Vinci" explica el cuadro de la Mona Lisa en términos de androginia, y dice que, según los análisis realizados por ordenador, muestra unos puntos de semejanza con los autorretratos de Leonardo: el propósito era, se dice, crear el retrato andrógino de un "hombre-mujer" que reflejara su ideal del equilibrio entre lo masculino y lo femenino. Incluso el nombre «Mona Lisa» se dice que es un anagrama de los nombres de las deidades egipcias de la fertilidad: Amón (varón) e Isis (mujer).

# En el cuadro de La Última Cena, se dice que está lleno de códigos que apuntan a un Jesús casado con María Magdalena y a un enfurecido Pedro. Brown afirma que Leonardo comunica en este cuadro su convicción de que Jesús y María Magdalena estaban casados, que ella iba a ser la jefa de su Iglesia y que Pedro no lo aprobaba. ¿En qué se basa? Nos lo explica: porque el personaje que se ha considerado como el de Juan es en realidad María Magdalena; por la postura de Jesús y de esta supuesta María Magdalena; por una mano sin cuerpo, supuestamente la de Pedro, que esgrime un cuchillo; y porque allí no hay cáliz, así que el cáliz tiene que ser María Magdalena. La cuestión es que el tema de esta pintura, como es sabido -se recoge en los libros de Historia del Arte- no representa el momento de la institución de la Eucaristía, sino que se refiere al momento en que Jesús anuncia que alguno de sus discípulos le va a traicionar. Y Leonardo refleja la escena poniendo a todos los personajes al mismo lado de la mesa y "actuando" a la vez, inquieriendo sobre la afirmación de Jesús. Pictoricamente da un extraordinario dinamismo al cuadro, aunque es evidente que no pretende reflejar la realidad de cómo estaban situados los comensales en la mesa. Y respecto a que Juan es María de Magdala, que cada uno saque sus propias conclusiones, quizá acudiendo al propio evangelio de Juan.

# Evidentemente, al terminar la lectura de El Código Da Vinci queda una imagen negativa sobre la Iglesia Católica: aparece como una institución monolítica y férreamente controlada, dedicada a propagar una ficción a un mundo que anhela conocer una supuesta verdad que se le oculta. Esta es la imagen que vertebra todo El Código Da Vinci.

# Dentro de los ataques a la Iglesia Católica, también se ataca al Opus Dei. Se habla de personas que manifiestan haber tenido una experiencia negativa con el Opus Dei. Para obtener un cuadro completo del Opus Dei quizá podría haber sido importante escuchar a diversas personas y tomar en serio sus relatos. Pero lo sorprendente es que las únicas fuentes que Brown emplea para describir al Opus Dei en "El Código Da Vinci" procedan de declaraciones negativas y decepcionadas. Este es solamente un aspecto de la historia, un aspecto que quizá pueda ser importante para él, pero muy parcial.

# Brown ofrece algunos pocos datos reales sobre el Opus Dei: en concreto, que hay una amplia y relativamente nueva sede en la ciudad de Nueva York; que sus miembros viven una vida de piedad tradicional; que es una Prelatura personal; y que algunos miembros practican la mortificación corporal. Y eso es todo.

# Antes de continuar, hay que aclarar un grave error. Silas, un siniestro personaje albino, figura como miembro del Opus Dei, aparece descrito como un «monje» y para demostrarlo viste hábito, y resulta ser el “asesino”. Para empezar, en el Opus Dei no hay “monjes”: no es una orden religiosa como los dominicos, benedictinos o los jesuitas. Un «monje» es un hombre que se retira de la sociedad con objeto de entregarse a Dios a través de la oración. Cualquier monje que te puedas encontrar por la calle, si es el caso, pertenece a una orden religiosa y vive en algún monasterio. El Opus Dei es una prelatura personal compuesta por laicos y sacerdotes. En el Opus Dei hay muchos más miembros seculares que clérigos (sólo son un pequeño porcentaje del total). El fundador del Opus Dei fue San Josemaría Escrivá, un sacerdote español. Fundó esta institución como medio para que los fieles vivieran su personal llamada a la santidad en medio del mundo, luchando por ser fieles y así crecer en amor a Dios y a los demás. San Josemaría Escrivá murió el 26 de junio de 1975 y fue canonizado el 6 de octubre de 2002.

# Parece que sorprendido a algunos lectores determinados aspectos de la vida de los miembros del Opus Dei que Brown destaca en El Código Da Vinci: sobre todo la mortificación corporal. Esto requiere alguna explicación sobre la vida cristiana y sobre el Opus Dei.

# En el Opus Dei hay diferentes tipos de miembros, lo que simplemente refleja los diferentes modos de disponibilidad y distintas circunstancias personales, con un idéntico fenómeno vocacional. Todos ellos viven el mismo «plan de vida», que incluye la Misa diaria, la lectura espiritual y la oración mental, etc. Los hay -la mayoría- que viven su entrega a Dios en el contexto de su vida matrimonial: son los supernumerarios. Los numerarios trabajan en medio del mundo y se comprometen al celibato, colaboran con sus sueldos al sostenimiento de las labores apostólicas del Opus Dei y suelen vivir juntos en centros de la Obra. Hay otros miembros, todos los cuales tienen un papel específico en ella.

# Y ¿qué es la Obra? Es simplemente una manera de vivir la llamada de Dios en el mundo buscando la santidad y el compromiso apostólico. Esto implica un trabajo profesional intenso y una acción apostólica personal; además, los fieles de la Prelatura junto con otras personas promueven iniciativas apostólicas por todo el mundo: escuelas de todo tipo, programas de formación agro-cultural en países subdesarrollados, universidades, clínicas y otras instituciones.

# El Opus Dei es una «prelatura personal», lo que significa que las actuaciones de sus miembros en lo que respecta a los aspectos relacionados con su vocación al Opus Dei dependen de la autoridad de su propio Prelado; en los demás aspectos, como cualquier otro fiel cristiano, dependen del obispo de su diócesis.

# Uno de los aspectos de la vida cristiana menos entendisos es el que destaca “El Código Da Vinci”: la mortificación corporal por medio del cilicio, una especie de ligera cadena metálica con puntas que se pone en el muslo, y el uso de las disciplinas, una cuerda de nudos para usarla como azote. Ciertamente, esta práctica parece extraña entre la gente moderna, pero es importante hacer ver que la mortificación corporal, como medio ascético cristiano, aparece en todas las religiones del mundo de un modo u otro: el ayuno, en ocasiones hasta niveles extremos, la oración o la meditación en posturas incómodas, e incluso el propósito de vestir ropas incómodas o de andar descalzo.

# La mortificación corporal, incluido el uso de esos medios especiales, no ha sido un invento del Opus Dei. Al leer las vidas de los santos, se ve que muchos de ellos se sentían llamados a vivir una recia mortificación corporal. ¿Por qué? Para quien ama, al compartir un poco sus dolores, se acerca más a Cristo. Otros los emplean como penitencia por sus propios pecados o por los ajenos. Los hay que ven en ello un medio eficaz para crecer en el dominio propio, buscando alcanzar un momento en el que, a pesar de las contradicciones que pueda sufrir en la vida diaria, el alma se concentre en Dios y se conforme con saberse en Su presencia. Santo Tomás Moro, por ejemplo, siendo Lord Canciller de Inglaterra utilizaba este tipo de mortificaciones. Y como él, muchos santos de ayer y de hoy.

 

# No es la misma intención, pero para entenderlo mejor, se puede comparar con las fuertes "mortificaciones corporales" a las que se someten tantas personas -hombres y mujeres- con tal de mejorar su apariencia física: regímenes severos para estar más delgados, soportar el dolor del ejercicio físico en tablas de gimnasia sofisticadas, y se llega hasta procedimientos costosos y dolorosos – incluso a la cirugía-, etc. Y todo ello solamente por mejorar la propia apariencia externa ante los demás...

 

# Algunos han creado en torno al Opus Dei un cierto ambiente de secretismo, para sembrar inquietudes. Por ejemplo, que el Opus Dei no publica la lista de sus miembros, que no suelen comunicar públicamente su pertenencia a la Obra, etc. La razón no es porque haya algo malo en ello, sino por un sentido de naturalidad y de sencillez: por esa razón los miembros del Opus Dei no van exhibiendo sus deseos de santidad y sus prácticas de piedad, aunque -como bien se sabe-en su entorno familiar y social es algo conocido por todos, entre otras cosas por el intenso apostolado que procuran hacer. Consideran que están llamados a ser levadura y luz del mundo, y que viviendo sencillamente, realizan la obra de Dios en su vida diaria.

 

# Por alguna curiosa razón, Brown no identifica al cristianismo, en general, como el enemigo de los auténticos proyectos de Jesús, sino que se centra sólo en la Iglesia católica, en bloque y sin excepción. “El Código Da Vinci” es claramente "anticatólico".

 

# Si hay algo provechoso en el fenómeno de “El Código Da Vinci”, es el haber despertado en muchas personas interés por temas importantes: quién es Jesús, cómo era el cristianismo primitivo, el poder del arte religioso, aclarar cuestiones sobre el sexo y la espiritualidad, etc.

 

# Desgraciadamente, muchos han aceptado las afirmaciones históricas que aparecen en "El Código Da Vinci" sin espíritu crítico y con un entusiasmo que demuestra un defecto importante: una falta de formación básica, al menos de los rudimentos sobre unos hechos fundamentales de la historia y la teología cristianas.

 

# Lo cierto es que, a lo largo de los siglos, los cristianos fueron arrestados, torturados y encarcelados, pero no por seguir simplemente a un maestro. Fueron castigados porque, tal y como se entendía el cristianismo, daban culto a Dios, encarnado en Jesús de Nazaret, con una fidelidad que les impedía honrar a César como señor o como dios, aunque eso les acarrease el martirio. Su visión de un mundo en el que Dios reinaba como Señor del universo era, con absoluta certeza, una traición para los demás.

 

# Toda la argumentación de El Código Da Vinci sugiere que el cristianismo, tal y como lo conocemos, es una maquinación y que la verdad ha sido suprimida. Tenemos que pensar con lógica y seriedad sobre esto. ¿Qué provecho obtendrían los apóstoles y los primeros cristianos por ocultar la verdad? ¿Les proporcionaría honra y alabanzas? ¿Les haría más ricos? ¿Les haría ganar poder? Puesto en lugar de ellos, ¿soportaría uno los mismos padecimientos de los primeros cristianos si supiera que era una mentira? Y, además de todo lo anterior, ¿qué sucedió al final con Jesús? ¿Acaso no resucitó?

 

# En el centro de estos temas aparece uno que no es un tema, sino que es una persona: Jesús de Nazaret. Dice la autora del libro, Amy Welborn, que el motivo por el que mucha gente haya aceptado las afirmaciones de El Código Da Vinci con tanta credulidad se debe a que no hemos intentado tratar de conocer seriamente a Jesús. Tanto si vamos a la Iglesia como si no, nos hemos mantenido a distancia de Él, dejando que sean los demás quienes nos digan lo que hemos de pensar, sin molestarnos en leer ni un solo Evangelio desde el principio hasta el fin. Y, en consecuencia, asumimos la conclusión, tan común en nuestra cultura, de que todo es una cuestión opinable, sin que haya una auténtica seguridad en el fondo en nada.

 

# Pues bien, como aclaran brillantemente los testimonios de los primeros apóstoles, no se trata de opiniones, de mitos o de metáforas. Pedro, Pablo y también María Magdalena no dieron sus vidas a una metáfora. Conocieron a Jesús -como ser humano y misteriosamente, gloriosamente, como algo más-, y le entregaron sus vidas literalmente, unas vidas en plenitud de la gracia que les invadía.

 

# Cualquier efecto negativo de El Código Da Vinci se debe al hecho de que, con todo lo que dice sobre Jesús y su "supuesta esposa", lo "sagrado femenino" y todas las especulaciones sobre la «historia real y la que supuestamente se oculta»... se difumina y se pierde para muchos la verdad de los Evangelios: Jesús en su vida familiar en Nazaret y en su vida pública, crucificado, muerto y resucitado, el Único cuya auténtica muerte y resurrección nos ha liberado del poder de nuestros pecados reales y de la muerte reconciliando a la creación con Dios. Esta historia verdadera es la que se puede perder en muchas personas. No es un secreto, sin embargo, y no hay nada que impida volver a encontrarla.

 

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### En el extenso libro “El Código Da Vinci” se dicen muchas más cosas y la descodificación completa aconseja leer el libro “Descodificando a Da Vinci” que aquí hemos tratado de sintetizar en sus líneas maestras. Como resumen para situarse -tanto en el libro de Brown, como en el de Welborn-, con lo dicho hasta aquí parece ya suficiente.