Promoción y defensa de la clase de religión en las escuelas
La Religión Católica enseña el “arte de vivir” como personas libres, responsables, creativas y expertas en el Amor a Dios y a los demás. Una asignatura bastante importante para la vida de cualquier persona. Y para la inmensa mayoría de los españoles, que estamos bautizados, una asignatura libremente obligatoria.
Desde hace 20 siglos se viene enseñando la asignatura del “arte de vivir” inventado por Jesucristo. Se ha enseñado en lo alto de un cerro, en la orilla de un lago, en los puertos de mar, en las cárceles, en las sinagogas, en los barcos de pesca, en las basílicas romanas, en los foros culturales griegos, en las escuelas, en las universidades, en programas de radio, en televisión, en páginas Web, en todas las lenguas que existen, por todos los rincones de la tierra.
Gracias a estas lecciones de humanidad, inventadas por Jesucristo, que Juan Pablo II llamaba “la Cultura de la Vida y la Civilización del Amor”, existen muchas cosas buenas en el mundo. Por ejemplo: la Carta de los derechos humanos, la mayoría de las ONGS, la mayoría de las obras de arte musical, pictórico, arquitectónico, y literario de la historia, etc.
Además podríamos preguntar a los habitantes del Tercer Mundo, qué sería de ellos si la Religión Cristiana no se hubiera preocupado de llevarles educación, dignidad, espiritualidad, alimentación, sanidad, y todo ello envuelto en mucho cariño.
“Por sus frutos los conoceréis” dice el refrán, y es una maravilla ver los frutos de humanidad que han dado las enseñanzas de la Religión Católica en estos primeros 20 siglos.
Uno de los más importantes, la protección a los más débiles, los niños. Cuantos hijos nos hemos educado en un hogar cristiano unido, equilibrado, donde se nos quiere, y donde hemos visto equivocarse a nuestros padres, y rectificar, y ser fieles en las alegrías y las penas hasta que la muerte los separe.
Lo que es fácil entender es que cuando vemos el dolor de matrimonios que se rompen, y a tantos hijos necesitados de una familia con un padre y una madre, unida y estable, no se fomente la unidad matrimonial, sino los divorcios rápidos y el invento antinatural del “matrimonio” de un hombre con un hombre.
Que cuando España tiene el nivel educativo más bajo de la Unión Europea, se intente quitar poco a poco, una asignatura que en los colegios enseña a vivir –la Religión Católica-. Y se fomente la ignorancia, intentando hundir poco a poco la libertad de los padres a elegir la Asignatura de Religión, con la misma categoría que cualquier otra asignatura.
No permitamos que nos manipulen de este modo tan antidemocrático. “Quién calla otorga” dice el refrán. La educación la eligen los padres para sus hijos.
Se han presentado en el Ministerio de Educación 3 millones de firmas a favor de esta asignatura y ni caso. El 80% de los padres en España piden libremente la Religión Católica para sus hijos cada año en la escuela y el instituto. ¿A qué se debe entonces, la discriminación progresiva de una asignatura elegida por la inmensa mayoría de los padres?
Decide libre y coherentemente, si eres católico. Y pide la Educación Religiosa Escolar de tus hijos, a la que tienes derecho según la Constitución Española y además así lo prometiste el día de tu boda y en el bautizo de tus hijos: educarlos en le fe.
Las palabras de Jesús son claras como el agua: “si me amáis guardaréis mis mandamientos”.